domingo, 13 de enero de 2013

Un beso no significa nada hasta que se lo da a la persona indicada

Todo parecía muy obvio, casi rozando la incomodidad. ¿Por qué sus amigos tenian que ser tan explícitos? se preguntó ella que no podía evitar sentirse cohibida a pesar de las buenas intenciones que ellos tenían, la estaban haciendo pasar un mal momento y a él también, al menos eso supuso cuando los juntaron en un cuarto como si estuvieran en séptimo grado. Sin embargo no le molestó del todo, cualquier momento sola con él era casi invaluable, le gustaba y mucho desde que lo había conocido y eso había aumentado luego de haberlo besado en dos ocaciones. El problema es que ahí había quedado todo y ella no podía evitar querer más pero claro que no lo demostró, no quería comenter los mismos errores que la habían alejado en otras situaciones así.
Ambos estaban sentados en la cama y charlaban animadamente de las cosas más tontas pero no importaba, al contrario, ella disfrutaba de saber que podían conversar así y pasarla bien igual. Él, por su parte, estaba algo vacilante: la quería? le gustaba? o sólo era una amiga más? la realidad es que ni él mismo lo sabía, estaba confundido desde que la había besado por primera vez - esa noche en el viaje, los dos tenían bastantes tragos encima y terminaron juntos, pero habían pasado un buen rato, o no? sino no se hubiera repetido tiempo después, aunque también estaban algo fuera de si mismos. Todo daba vueltas por su mente, la observaba ahí, justo en frente de él como reía y hablaban y sí, le gustaba. O tal vez no. Qué confundido estaba.
Ella no entendía porque aún no la había besado, es que ya no quería estar con ella? si antes si había querido, por qué ahora no? que complicados son los hombres pensó. No pudo evitarlo y decidió acercarse solo un poco, lo suficiente para quedar de frente a él y así facilitarle todo por si él quería no? siguió charlando tranquilamente, su orgullo no iba a permitir nada más.
Él advirtió el sutil pero casi obvio movimiento y la volvió a observar ahora más de cerca cuando, al menos por el momento, todo se aclaró para él. Se acercó lentamente hacia ella al tiempo que deslizaba la mano en su cintura para atraerla hacia él y la besó. Ella lo tomó del cuello y le devolvió el beso casi sin pensarlo, las mariposas volaban por su estómago. Los besos subían de tono al tiempo que se acercaban hasta que no quedaba un solo espacio entre ambos y así continuaron la noche, fue perfecto.

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